lunes, 11 de agosto de 2014

BASTA DE SER VICTIMA DE LOS ENVIDIOSOS, QUE NO TE SIGAN LASTIMANDO DETECTALOS!

¿Alguna vez te has puesto ROJO o ROJA de la envidia?


La envidia es aquel sentimiento de tristeza airada o disgusto que experimenta una persona por el bien ajeno.

Ocasionalmente el envidioso siente el deseo compulsivo de poseer lo que el otro tiene o simplemente desvalorizar a la persona objeto de su envidia, para destacar sus propias cualidades.

El objetivo de los envidiosos son personas de éxito, felices y conformes con su situación personal.

No hay que confundir la envidia con los celos o la admiración, pues la primera surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera como propio y la segunda es una consideración especial que se tiene hacia alguien por sus cualidades, hasta el punto de imitar sus acciones procurando igualarlo o superarlo.

Las diversas formas en que se manifiesta la envidia en una persona, no son más que las secuelas de los sentimientos de inseguridad que esta posee. En sí, la envidia se constituye en un mecanismo de defensa, contra la propia percepción de inferioridad, transfiriendo de este modo el desprecio hacia otros. Por lo general, es una actitud que nos dirá más del envidioso que de la personalidad del envidiado.

La envidia puede pasar de un tenue desprecio a una obsesión, Si usted percibe que alguien le envidia,  ignórelo. La envidia es un mal que al único que puede dañar es al propio individuo que la padece. Ahora bien, si esta afecta el comportamiento del individuo puede concluir en el claro deseo de hacerle daño a la otra persona tanto emocional, profesional, social, familiar, e inclusive físicamente.

Mal de ojo:
La envidia es la razón de los malos deseos de muchas personas, a raíz de esto son muchos los que creen en el “mal de ojo”. Para los que están convencidos de esta paranoica idea, cada cosa mala que les sucede es fruto de la envidia y no de sus de sus propios actos.

¿Cómo puedo detectar un envidioso? Identificar a una persona envidiosa a veces resulta ser algo complicado puesto que en algunos casos cubren ese sentimiento con buenos tratos y solapadas muestras de aceptación. No obstante, en otras personas, la envidia se hace evidente a través de sus actos.

La envidia se puede manifestar de diversas formas como son: las difamaciones, ofensas, agresiones, críticas, rechazos, rivalidades y hasta venganzas.

Inconscientemente se sienten realizados al satisfacer o lograr eso que envidiaban y no tenían, inclusive a expensas del otro. Los envidiosos a menudo son personas incapaces, que ven los logros ajenos como inmerecidos, que consecuentemente descargan su incertidumbre al estropearlos. 

miércoles, 6 de agosto de 2014

Un joven de Lobos pintó un cuadro con una cara famosa que llora lágrimas reales


Hay sucesos inexplicables. Historias imposibles. Eventos que van más allá de lo normal. Pero muy pocas veces lo increíble se registra. Este caso fue documentado y enviado a TN y la Gente: EL RETRATO DE UNA MUJER AFGANA QUE LLORA “LÁGRIMAS REALES”.  Es un cuadro que realizó un joven de Lobos, provincia de Buenos Aires, y que replica la famosa foto de un fotógrafo de National Geographic, una imagen que recorrió el mundo.
LA HISTORIA

Hernán Stacchiotti es operador de radio y participa de un taller de pintura en su ciudad. “Estábamos en la clase del taller la semana pasada cuando había terminado el cuadro, y vi que tenía unas gotas como si fueran lágrimas. Nos sorprendimos todos con Andrea (la profesora) y las otras alumnas. Las secamos y al ratito volvieron.Pensamos que podía ser el ‘salpicón’ de un rodillo. Lo traje a mi casa y lo ubicamos en dos lugares distintos y el hecho se repitió dos veces más“, contó el chico a LobosYa.





El evento fue registrado en VIDEO (ver arriba). Pero además hubo testigos presenciales. Fernando Parodi, director de la radio en la que trabaja el joven, relató:  ”Hernán llegó el jueves a la radio y me contó lo que había pasado, así que fuimos a buscar el cuadro al taller y lo llevamos a su casa. Lo pusimos en un rincón, nos pusimos a hablar y, de repente, vimos una lagrimita. La sequé y decidimos cambiar el cuadro llevándolo a la habitación. Cuando nos quisimos acordar había tres lágrimas sobre el manto. Comprobamos que era un líquido salado, es decir que no era agua común”.

La voz de la madre: “El me contó que había terminado el cuadro, me llevó a la pieza para mostrármelo y de pronto vimos que estaba largando lágrimas, inclusive le brillaba una parte del ojo, lo miramos hasta con una lupa porque no lo podíamos creer”.
UN ÍCONO Y UNA HISTORIA
Sharbat Gula es el nombre de la niña afgana. Fue fotografiada por Steve McCurry a finales de 1984 en un campo de refugiados de Pakistan. La profundidad de su mirada, y esos ojos repletos de sentimiento, convirtieron a la imagen en icónica. La tapa de National Geographic dio vuelta al mundo. McCurry había sido cautivado por la mirada de Sharbat. Una mirada “repleta de miedo”, confesó alguna vez
A Hernán lo atrapó lo mismo. “Me llevó varios meses pintar el rostro y lo elegí porque me atrajo el tema de los ojos de la mujer“, reconoció.
Sharbat Gula vive hoy en una aldea remota de Afganistán. Está casada y es madre de tres hijas más una cuarta que murió de pequeña. Su marido se llama Rahmat Gul. Se casó con él a los trece años, poco después de que le tomaran la famosa foto. Sus tres hijas son Robina, Zahida y Alia. Ella volvió a Afganistán en 1992. En 2002 se reencontró con McCurry. Sharbat no sabía que su cara se había hecho famosa. La identidad de la mujer fue confirmada en un 99,9%  a través de una tecnología de reconocimiento facial del FBI y la comparación de los iris de ambas fotografías.
¿De quién son las lágrimas en el cuadro de Hernán? ¿Es el sentimiento de Sharbat Gula que tomó vida en la pintura? ¿Se trata del espíritu y el dolor de otra mujer? “¿Será que llora por Gaza”, como comentaron en Lobos? ¿O es una estafa que tiene confabulado a una ciudad entera? Solo nos queda CREER O REVENTAR.